lunes, 3 de octubre de 2011

Octubre

Algunos días recorremos largas distancias por los interminables campos de La Mancha,
andamos, corremos, olemos y sentimos el campo;
nos olvidamos de miseria, de sufrimiento y de las personas sin alma.
Cuando ya estamos cansados, nos subimos a la colina más alta,
y desde allí miramos el horizonte.
Alvin se siente el perro más importante del mundo,
y yo el hombre más feliz...

El Guadiana y la traílla

Alvin en los Campos de Castilla. Octubre 2011


2 comentarios:

  1. Pués a disfrutar cuándo se puede sin pensar más que en ese disfrute. La naturaleza nos brinda de vez en cuando momentos que no se pagan con todo el oro del mundo.
    ¡Que tengáis muchos momentos cómo estos!
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. la verdad es que es una pasada, verles la cara de felicidad cuando andan sueltos por la Naturaleza, no tiene precio!
    Disfruta!

    ResponderEliminar