domingo, 19 de enero de 2014

Febrero, el miedo de los galgos

El pasado miércoles 15 de Enero, de este recién empezado 2014, a eso de las ocho de la tarde estaba haciendo una cola a la entrada de la Cineteca de Madrid, en el antiguo matadero de Legazpi. Allí hice esta foto.

Estreno de Febrero, el miedo de los galgos. Madrid. Enero 2014

Estaba entrando en el estreno en Madrid de "Febrero, el miedo de los galgos", el documental que se ha realizado (Waggintale Films) y se está promocionando acerca de la realidad de la caza con galgo en España. Para mi fue una noche de gran sentimiento. 

La película es de Sobresaliente, una disección de la tragedia de los galgos en España, sensible, reflexiva, real, dura pero no morbosa y por encima de todo, con un halo de esperanza. En los ojos de la galga Mila que da hilo a la historia, en las reflexiones de los animalistas, de los adoptantes...

Elección perfecta de la campiña gaditana y sevillana como fotografía del submundo galguero. Palabras en el mismo idioma salidas de la boca de los "Deportistas" del mundo de la caza con galgo y de las personas que no ven a este animal como producto. En el mismo idioma pero mostrando seres tan diferentes, tan irreconciliables... Mensaje claro y contundente, directo al mentón.

Me quedo con muchas cosas, el cuento a unos niños en la escuela, el renacimiento de una galga correteando por un parque como una princesa tras salir de la miseria, el retrato de los galgueros y su ubicación en nuestra pirámide social. Para mi, la película fue un flujo constante de recuerdos y pensamientos con un denominador común: cuantas veces hemos vivido lo mismo, recuerdos de rescates, de operaciones quirúrgicas, de recuperaciones, de galgueros, de perreras...

Fotograma de Febrero, el miedo de los galgos. Waggintale Films

Tras la proyección de la película se abrió un pequeño coloquio. Una chica, preguntó cuantos de los asistentes tenían galgos adoptados. Un amplia mayoría de la sala de butacas del abarrotado cine levantó la mano. Está claro que los asistentes sabemos cual es el problema, y también está claro que entre gran parte de nosotros la difusión del proyecto no es necesaria y que será tanto más útil cuanto más penetre en hogares y personas que no conocen del problema, que estén fuera del circuito animalista. Pero, en aquel momento yo pensaba otra cosa en la que quizá muchos no habían reparado. 

Hace más de diez años fui destinado en uno de mis primeros trabajos como ingeniero a una industria en la provincia de Toledo donde me hacía cargo de un nutrido grupo de trabajadores del pueblo donde estaba el centro de trabajo. Al poco tiempo aparecíó como un despojo miserable la que sería la primera galga de mi vida. Yo no tenía ni la más mínima idea de que iba el asunto, chico de ciudad... ¿Por Dios bendito, qué le han hecho a este animal? ¿Por qué está así? ¿Por qué tanta miseria?... No era fácil encontrar información, no era fácil saber que pasaba. Los mismos paisanos me empezaron a enseñar, me empezaron a contar, galgueros, cazadores, vecinos... Todo oscuro, oculto y silencioso. No había causas, sólo consecuencias. 

Y la semana pasada me encontraba en la Cineteca de Madrid, uno de los puntos calientes de la cultura del todo el mundo de habla hispana, con un cine lleno, agotadas todas las sesiones. Todo explicado, todo difundido, no había barro, no había corrales ni carreteras, no había pulgas ni garrapatas en la sala... La miseria estaba bien definida en la mirada de los galgueros de la campiña andaluza que nos habían mostrado su pasión "cinegética". ¿Dónde estábamos hace quince años? , ¿Dónde estamos ahora? y ¿Dónde estaremos dentro de otros quince?. Esto es esperanza y ese el camino.

Me gustaría acabar felicitando a Waggintale Films por el gran trabajo que ha culminado en esta película y agradeciendo que me invitaran amablemente a ver el estreno. 

Por el fin de la caza con galgos.

Peralvin




sábado, 3 de noviembre de 2012

Lolo, un caso muy especial.

Los que leéis habitualmente este blog, sabeis que nunca se ha utilizado como difusión para casos concretos o como plataforma para buscar adopción para los animales que hemos rescatado. El de hoy es un caso especial y su historia se remonta a hace más de dos años, en el corazón de Extremadura.
Fue una mañana de invierno de 2010, en la que yo salí en coche desde Badajoz a Mérida bajo una pertinaz lluvia y con mucha prisa para llegar a una cita de trabajo temprana en la capital de Extremadura. Al pasar por Talavera la Real a más velocidad de la que dice el reglamento pude ver con el rabillo del ojo, lo que me pareció la figura de un perro atropellado en la mediana, otro más, pensé. Por su posición y la pinta que tenía, en esa décima de segundo crei que era lo que parecía, otro perro abandonado muerto, otro de caza, el fin más común de los no validos para los cazadores.
Dos horas después hice el trayecto de vuelta, no había parado de llover, y cuando pasé por el mismo punto algo me llamó la atención. O yo me había levantado ese día muy acartonado, o el perro estaba en otra posición. Cuando conseguí hacer el cambio de sentido y acceder a la mediana le pude ver. Tirado en un charco, tiritando, de frio, de miedo y de dolor. Una de las escenas más duras que he tenido que ver en las carreteras. Intentaba huir de mi moviendo las patas delanteras, el resto del cuerpo estaba paralizado. Grabé la escena para denunciarlo públicamente, pero estaba tan nervioso que no debí hacerlo correctamente y luego no había nada en la cámara.
Cuando yo estaba tratando de calmar al perro bajo el agua y pensando como iba a ser capaz de moverlo hasta mi coche cruzando la A-5, llegó la Policía Local de Talavera la Real, aquello fue una parte más de la miserable historia de Lolo. Lo podríamos situar a la misma altura de aquel que le abandonó, o del que le atropelló y no detuvo su marcha.
Lo primero que quería hacer la Policía era coger al perro (inmóvil de cintura para abajo) con un lazo y parece que pretendían llevarlo colgando hasta meterlo en el coche patrulla. Ahí me di cuenta de que la policía no me ayudaría ese día. Le metí en mi coche, y me acompañaron a la entrada del pueblo para hablar en un sitio más seguro. Al fin y al cabo, lo que hubieran hecho ellos, era dejar al perro en un almacén del pueblo, y esperar que en unos días llegara el coche recoge-perros de la Diputación y se lo llevara a Olivenza. Sin lectura de chip, sin veterinarios, sin protectoras, sin nada. Es duro decirlo, pero para hacer eso con un perro herido, más vale pegarle un tiro ahí mismo y acabar con su sufrimiento.
Lolo, un caso muy especial

Ese día empezó una nueva vida, que le llevó a distintos veterinarios y buenas personas. Una vida dura, con operaciones, convalecencias y recuperaciones, pero con personas que le querían y le cuidaban. Su columna vertebral no estaba rota, y fue recuperando la movilidad poco a poco, lo único que finalmente dejó en aquella maldita autovía fue la posibilidad de recuperar una de sus patitas de atrás, que finalmente perdió.
Hoy, dos años después, sigue en casa de la persona que lo acogió en Extremadura, es un perro tímido pero muy bueno. Todavía no ha podido recuperar la confianza plena en los hombres, pero es bueno y cariñoso con aquellos que le miman y le cuidan. 

Lolo, otoño de 2012.

Ahora, por necesidad de la persona que le ha cuidado todo este tiempo, hemos de encontrar una casa definitiva para él. Los que hemos compartido con él los momentos malos sabemos que es un animal lleno de amor, y que aunque siga siendo tímido con los desconocidos, hará muy feliz a aquella familia que le de su definitiva oportunidad. Para mi, y para todos los que hemos estado con él en este tiempo, esa sería una prueba de que al final de todo, la protección animal tiene sentido.

Contactos:
Rosa,
rmfs6006@gmail.com

O yo:
elguadianaylatrailla@gmail.com



Peralvin

viernes, 28 de septiembre de 2012

Legalizado el entrenamiento de galgos con vehículos a motor

En los próximos días podremos ver como se hace pública la resolución que autoriza a tirar de galgos con vehículos a motor en Andalucía. El resto de territorios que tengan los mismos intereses vendrán después, no hay duda. 
Es necesario reflexionar acerca de cómo hemos llegado hasta esta situación. Desde mi punto de vista, lo único que está claro es que no nos debemos de sorprender. Las federaciones de galgueros llevan mucho tiempo peleando por este asunto, han visitado todos los estamentos que han podido, han sido recibidos como deportistas y finalmente han conseguido lo que pedían.

Fuente: http//:ramonportillophotography.com


Como ha sido

Pongámonos en la piel de un técnico de Medio Ambiente o de Sanidad Animal y de su jefe, un flamante Director General de la Consejería de turno de cualquier Comunidad Autónoma de España. Probablemente la caza y los animales les importen un pepino, pero tienen delante un grupo de presión que mueve todos los hilos posibles a través del entramado político para dar la matraca sobre un asunto.
Se sientan con ellos y les dicen que representan a x miles de galgueros, x cientos de clubes,  que mueven x miles de euros y que lo que piden no le va a costar un céntimo a las arcas públicas.
¿Ah? y que dices, ¿que luego nos vamos a ir a comer jamón todos juntos?, perfecto.
Oye, para lo que queréis ningún problema, sólo me hacen falta un par de informes firmados por veterinarios y que nosotros pidamos nuestros escritos a diferentes técnicos de la Junta, pero ningún problema, dame unos meses...
Pasan los meses y aquí está la resolución. Los 10 galgos atados con cadenas al coche, y la cabeza bien alta (los galgos la llevarán bien estiradita por la cuenta que les trae). Y cuando me cruce con la loca de los perros del pueblo ya verás el acelerón que doy...que les den a los ecologetas...

Como podía haber sido

Diez días después de la primera reunión hecha pública para pedir la legalización del asunto y mostrar las barrigas y bigotes de los "deportistas" se presentan en la Consejería de la Junta 4 personas que quieren ver al Director General. Este no les recibe. Al día siguiente, en las redes sociales y los periódicos on-line se difunde la noticia con nombres de técnicos funcionarios y del Director General denunciando que un grupo de representantes de Federaciones y Protectoras de Europeas han sido invitados a salir sin ser atendidos de un edificio de la Junta.
Unos días después la reunión se produce. Y esas cuatro personas son: Un responsable de la agrupación de protectoras de esa comunidad autónoma, un responsable de la agrupación de protectoras nacional, un responsable de la agrupación de protectoras europeo y un Eurodiputado. Aportan nutrida documentación e informan de un calendario de movilizaciones e información a grupo de presión a todos los niveles. A la salida, dan una rueda de prensa, mostrándose confiados en que la propuesta de los cazadores será archivada.

Esa misma mañana, uno de los técnicos llama a uno de los representantes de la Federación de galgos correspondiente con quien trabó una gran amistad en la larga sobremesa tras la reunión y le confiesa que la cosa se está complicando y que no lo ve claro.... fin de la historia.

Moraleja

El esfuerzo de tanta buena gente en Andalucía y otros lugares para que barbaridades como esta no se legalicen no sirve de nada si no somos capaces de canalizarlo. Hoy ganan los malos, y lo seguirán haciendo, porque somos muchísimos, pero a la hora de la verdad parece que no somos nadie. Mientras sigamos yendo cada uno por nuestro camino sólo nos quedará llorar y dar un "me gusta" en Facebook.
Hoy tiran de los galgos con vehículos y es legal, mañana decidirán que es legal tirarlos a un pozo, y lo conseguirán, porque no tienen a nadie enfrente. Nadie está sentado en esa mesa para defender a los animales.
En el juego político los galgueros ganan porque no tienen adversario, se ponen los guantes y el calzón y saltan al ring. Pero no tienen que dar ni un puñetazo, nadie se presenta a la batalla...