miércoles, 29 de junio de 2011

El camino de The Cove

Muchos de los que lean estas líneas ya la habrán visto hace tiempo. The Cove ganó el Oscar al mejor documental en el año 2010. Algunos han criticado su vocación comercial. como parte de la industria documental y cinematográfica americana. En mi opinión esa, además de la trágica realidad, es su fortaleza. The Cove marca un camino, el de la difusión en su máxima expresión. La lucha de unos cuantos por la defensa de animales que no tienen voz y son masacrados sin piedad... ¿os suena?.



"Tengo que vivir para que esto llegue a su fin...
Ahora me concentro en esa reducida masa de agua donde se lleva a cabo la masacre.
Si no podemos detener eso...
Si no podemos enmendar eso...olvídense de problemas mayores.
No hay esperanza..."

Ric O´Barry . The Cove



http://www.youtube.com/watch?v=IHL8ExyxsW8

miércoles, 22 de junio de 2011

La recuperación de Alba

Esta tarde hemos recibido fotos de Alba. Una buena noticia, que la verdad es que también hacen falta ¿no?.
Es impresionante ver como recupera los tejidos de sus patitas destrozadas, ya lo vimos el año pasado en el caso de Mou (que por cierto fue recogido en la misma gasolinera). Como en aquel caso, en este no he mostrado las imágenes más feas, pero de verdad que la cosa al principio no tenía buena pinta. Pero en fin.... buenos cuidados y cariño...fórmula mágica.
Sin embargo, lo que más me conmueve no es eso. Hay que recordar que Alba estuvo huyendo de los humanos durante mucho tiempo, y sólo se la pudo coger cuando ya estaba muy herida. Estos días he escuchado con emoción como les mueve el rabito a las chicas que la están curando en Las Nieves, como se duerme en sus brazos en las largas curas de sus patas. A la misma velocidad que sus extremidades se va recuperando su experiencia vital, y la recuperación de esas heridas serán las que le harán vivir sin miedo. Con un cerebro menos desarrollado que el nuestro y un corazón más limpio que el de todos los humanos que la vieron vivir y penar desde que nació, Alba ya se ha dado cuenta de que cualquier tiempo futuro será mejor... A pesar de todo, hoy es un buen día.



miércoles, 15 de junio de 2011

Querer no es poder

Muchas veces nos hemos encontrado con perros sumamente asustados. Animales que sólo con verte, y aunque sepan que vas a ponerles comida no quieren saber ya nada de la especie humana. En una ocasión un reputado ornitólogo me explicaba porque cuando uno se acerca a un humedal hay especies de aves que huyen inmediatamente y otras que permanecen y permiten que te acerques. El caso más fácilmente apreciable (siempre hablando de fauna salvaje y no domesticada o encerrada en zoos o parques de animales) es la del Ánade Real. El Ánade Real es la especie más abundante de patos que podemos encontrar a lo largo y ancho de la geografía española y europea. Si tenéis oportunidad de acercaros, en la época invernal, que es cuando están en nuestras latitudes, a algún humedal y verlos en libertad os daréis cuenta de lo que os digo. Solamente con ver la figura humana saldrán pitando de allí aunque estemos a decenas o cientos de metros de distancia. La razón es muy sencilla, el ánade real es una especie cinegética, ha sido históricamente abundante e historicamente tiroteada en nuestro pais. Los ejemplares que veamos en el campo en ese momento, es probable que no hayan sido víctima de ninguna cuadrilla de cazadores, pero están genéticamente condicionados a huir de la figura humana. Generación tras generación, sólo los que antes han huido y antes han percibido la presencia de hombres han sobrevivido... los tímidos, los miedosos, esos son los que se han salvado de ser llenados de plomo...


Parece un poco complicado comentarles a la bandada de patos, que no hay ningún problema, que se queden, que no les quieres molestar, sólo disfrutar viendoles... Para conseguir algo, la raza humana lo único que podría hacer  es dejar de matarles y dispararles durante la misma cantidad de generaciones que lo ha hecho y así poco a poco se irían condicionando en el sentido inverso. Después podríamos acercarnos tanto como lo podemos hacer a otras especies tales como las garzas, las gaviotas o los somormujos...

En ocasiones nos encontramos con perros que necesitan ayuda pero no se les puede salvar. No voy a comparar la mente de un pato con la un perro, pero al final el condicionante final es el mismo. Ya sea en su información genética o en la experiencia sufrida en sus propias carnes no se fían de nosotros. La regla es la inversa a nuestra lógica social, el hombre es malo mientras no se demuestre lo contrario.
Lo realmente desesperante es cuando el animal está herido, o cuando camina por el límite justo de la confianza/desconfianza. Cuando está que casi-casi-casi.... pero no hay manera de cogerle.

Esto es Tembleque (Toledo) y está galguita lleva aquí desde Navidad por lo menos. Recuerdo que el día de la comida de Navidad, le trajimos las sobras de la comilona desde Madrid. Hace ya seis meses.


Agota la paciencia ver como se llega a acercar tanto, pero no hay manera. No quiere entrar en la jaula-trampa y se busca muy bien la vida. No muestra gran interés por la comida y cuando te ha toreado un poco se larga y desaparece por el campo. Ha sobrevivido a un invierno duro, pero en la mancha toledana, el invierno hace sufrir pero el verano, por raro que parezca es el que mata (calor, sed, parásitos...). Hasta ahora hemos descartado utilizar otros métodos tales como sedantes etc, por la facilidad con la que desaparece y no se la puede seguir.
El caso es muy parecido a tantos otros, sobre todo me recuerda a uno que ocurrió hace dos años exactamente en el mismo sitio. Aquella perra, por lo menos hasta donde yo supe no se pudo coger.
Esto es una opinión personal, pero dentro de la terrible existencia de los perros de caza en España, a veces y como algo general, se puede nivelar en cierto modo el tipo de vida y experiencias que reciben estos animales en función de como se comportan una vez han sido abandonados.
Hay sitios donde hemos visto de todo, pero en este maldito pueblo nunca jamás nos hemos encontrado un galgo que se dejara coger, ninguno que confiara. Tembleque, "la catedral del galgo toledano" como dicen los galgueros...este es vuestro pueblo y esta vuestra afición, ejemplo de miseria.

El Guadiana y la traílla

lunes, 13 de junio de 2011

Alba.Extremadura en estado puro

Hace unos meses que supimos de ti. 
Circulabas por la gasolinera de Lobón en busca de la comida que tiran los transportistas, y sobreviviste probablemente gracias a alimento que las chicas de la gasolinera y el restaurante te ponían regularmente.
Varias personas nos habían avisado. La empleada de la gasolinera (con la que esta semana he hablado más que con mi mujer), nos llamó varias veces pero no eramos capaces de coincidir contigo.
Una chica de Madrid que pasaba cada quince días por la gasolinera te vio y supo que nosotros ya nos habíamos interesado. Ella te sacó las primeras fotos, que yo publique en este blog a finales de Abril, pero los primeros avisos vienen de Febrero como poco.
Intentamos ir a por ti a principios de Mayo, pero nos volvimos con Ulises. No sabíamos si eras macho o hembra, solo sabíamos que eras un galgo blanco. El pobre Ulises pasó con su miseria por el sitio adecuado y en el momento adecuado. A los dos días ya sabíamos que no eras tu, tu seguías por allí, pero aquel día no habías aparecido. Iba a ser muy difícil que volviéramos a poder ir en poco tiempo, ahora estamos a cientos de kilómetros de Extremadura e ir hasta allí no nos garantizaba que aparecieras y mucho menos que te dejaras coger.
Hace unos diez días Lucía, en sus viajes desde Madrid, nos envío estas fotos como confirmación.



El Viernes por la mañana sonaba el teléfono, era de la gasolinera...

- Oye, que el galgo blanco está otra vez por aquí. Pero se le ve mal de las patas de atrás-. Me dijo.
- Lo siento pero es que estamos muy lejos, el Domingo (por hoy), iremos a Extremadura y nos podremos pasar por allí por la mañana. Si está la intentaremos coger, mientras tanto ponle comida y agua, yo no puedo hacer otra cosa-. Se lo dije tal y como lo sentía. De verdad que lo siento, pero cuando no se puede no se puede...y más sin tener ninguna garantía de poder verla o cogerla.
- No, no se si me has entendido bien- me volvió a decir- La perra ha venido a buscar comida a la basura esta mañana, pero es que se va medio arrastrando de las patas de atrás...no se moverá de aquí porque no puede ir muy lejos y yo no se que hacer...yo la veo muy mal...
Solo le podía decir una cosa... espera y trata de tenerla controlada y voy a ver si consigo que alguien de la zona se pueda acercar inmediatamente.
Era cierto que se iba medio arrastrando, pero aun así intentó huir por el polígono ante los intentos de Marian y Emilio, apenas cuarenta minutos después de que les avisara (mi agradecimiento desde aquí), para poder ponerla a salvo.




No sabemos que te han hecho, no sabemos quién y como te lo ha hecho. Quizá llevabas demasiado tiempo rondando, a lo mejor a alguien le molestaba verte, o algún energúmeno intentó cogerte pero no pudo y dijo, o conmigo o con nadie... No lo sabemos, sólo sabemos lo que vemos y a ti te vimos así...



Quién te iba a decir que apenas venticuatro horas después de ser rescatada en el polígono-gasolinera  ibas a tener un nombre e ibas a estar acogida por Asociación Las Nieves y Greyhounds in Nood  Bélgica (casi nada...).  Recibiendo el tratamiento adecuado y descansando plácidamente a muchos kilómetros de Extremadura. Hoy ya no te arrastrarás a rebuscar en la basura,  hoy ya no volverás a esa gasolinera.
Hoy, mañana y en adelante serás tratada con dignidad, como te mereces, como un perro de compañía, no como un material de desecho.
Ya no tendrás que huir de nadie. Irás muy lejos, pero sin mirar atrás, sólo con billete de ida. Se acabó valiente Alba. Se acabó.

El Guadiana y la traílla

sábado, 11 de junio de 2011

Venus, la quinta de Lobón

La llamada fue la semana pasada. La misma alerta, la misma persona, el mismo pueblo y la misma gasolinera. Otro perro abandonado, otro galgo, más desechos de las Vegas Bajas del Guadiana.
-No se mueve del suelo, no se quiere mover, no sabemos qué le pasa-. me dijeron por teléfono.
Extremadura, como buena tierra de contrastes, es capaz de albergar lo mejor y lo peor. Yo estaba a trescientos kilómetros pero al cabo de menos de una hora dos personas ya se habían acercado a ver que se podía hacer. Marci y Sonia (a la que no conozco, pero que agradezco su rapidez desde aquí) llegaron a la gasolinera para comprobar que nuestra nueva amiga estaba exhausta, sucia e infestada de bichos, pero estaba razonablemente bien. Es cierto que no se movía mucho, pero era porque tenía las almohadillas peladas, quizá de vagar por el asfalto en los primeros días de imponente sol extremeño. 

Ellas junto con Ana Belén le tendieron la mano, le dieron agua y comida, le quitaron los bichos y lo más importante, lo que cambió su pobre y fría existencia...le dieron su primer beso de amor.

Así dormía ayer...


Extremadura nos había vuelto a llamar con voz de dependienta de gasolinera. Pero la semana no acabaría ahí, las siguientes llamadas serían mucho más desesperadas...

El Guadiana y la Traílla





jueves, 9 de junio de 2011

"En movimiento con... Fernando Tejero" en la 2

El sábado a las 13:00 h podremos ver el programa "En movimiento con: " en la 2.
El protagonista es Fernando Tejero y la labor de Asociación Las Nieves para la protección animal. Desde aquí apoyamos la difusión de el trabajo de asociaciones, que como esta llevan muchos años realizando una labor silenciosa y casi siempre ingrata, por mejorar la situación de los animales en nuestro pais.

Como anticipo reproduzco aquí un artículo ya conocido de Ruth Toledano en "El Pais" de 2009, para abrir boca:

Cabeza fría, corazón caliente

RUTH TOLEDANO 11/12/2009


Así, con esas cuatro palabras, dicen actuar las responsables de Las Nieves. ¿Cómo, si no? En un lugar indeterminado de la sierra madrileña (para protegerse del acoso y el ataque de los predadores: entre otros, los cazadores que abundan por la zona) cuidan de lo que se ha convertido, también según sus palabras, en una auténtica aldea canina: un albergue donde se ha acogido a más de 600 perros abandonados y maltratados. Desde allí se procura su recuperación (los efectos físicos y psicológicos del maltrato, de la enfermedad, de los accidentes, de la desnutrición) y se persigue un objetivo: su adopción. "En Las Nieves la protección animal se realiza con la cabeza fría y el corazón caliente. Es decir, de una forma responsable que evite problemas tanto a las personas como a los animales, sin por ello dejar de poner todo el cariño que sentimos por nuestros perros". Con la cabeza fría se soporta, por ejemplo, la visión de los galgos que se rescatan en condiciones desgarradoras (puro hueso, heridas por todo el cuerpo, marcas en el cuello si han intentado ahorcarlos -como es práctica habitual entre muchos cazadores españoles-, la más triste y exquisita timidez en los ojos); con el corazón caliente se levantan por las mañanas (ya haya cubierto una hiriente nieve todo lo que abarca la mirada o la calima del verano haga casi imposible respirar) las voluntarias que van a cubrir con mantas esos sacos de huesos temblorosos de afecto y a curar sus heridas y a darles las medicinas que alivien su dolor y a cargar con los sacos de pienso y a reponer agua y comida y a limpiar las instalaciones y a realizar las interminables tareas de mantenimiento. Con la cabeza fría van a hacer las visitas al veterinario y a organizar los papeles y a pagar las facturas y a gestionar las adopciones. Con el corazón caliente se inventan maneras de luchar contra la burocracia, de buscar alternativas a las bajas entre los socios que la crisis ha provocado, de encontrar soluciones que nunca son las definitivas, de llamar la atención para sensibilizar a la sociedad del drama de esos perros tan necesitados: lotería de Navidad, cena benéfica, cartas a los políticos. O al revés: con el corazón helado de pena e impotencia y la cabeza echando humo de enfado y desesperación, alguien se aleja un momento, se sienta a la sombra de la encina que se recorta contra el paisaje, al fondo, y allí desahoga su amargura. Se oye ladrar a los perros y, de tanto en tanto, los disparos de los cazadores. Sólo hay una manera de sofocar esa rabia, ese dolor: pensar en Eddy, cuya deformidad, producida por el maltrato al que fue sometido, ha encontrado el descanso de un hogar; en Rocío, una preciosa podenca que sacó adelante en la calle a sus cinco bebés, ya todos adoptados (ella aún no); en Sombra, consumido por la depresión del abandono y que tardó tanto tiempo en conseguir adopción por ser negro (sí, han leído bien), pero ahora es feliz fuera de España, con su nueva familia. Sólo su recuerdo (y el de los perros cuya adopción es difícil: demasiado viejos o poco agraciados o muy enfermos o con secuelas psicológicas y sociales producto de su experiencia) permite respirar hondo, alzar la vista, ponerse de pie otra vez y seguir adelante. Estas voluntarias no son personas sobrehumanas ni sus circunstancias son extraordinarias: trabajan, como casi todo el mundo, para comer, tienen familia y otras obligaciones, sus propios problemas. Pero si tienen algo extraordinario: su cabeza y su corazón

Ahora que se acerca la Navidad mucha gente piensa en regalar un perro. Como si fuera un objeto más, sin tener en cuenta que tiene sentimientos y necesidades, que no es un juguete, sino un ser vivo extremadamente sensible y familiar. Y deciden comprar un cachorro de tal o cual raza, generalmente de moda. Con ello, fomentan un comercio injusto, basado en la explotación de las hembras y que trae al mundo nuevas camadas cuando hay tantas en los refugios con la necesidad de encontrar un hogar y para quienes disminuye así la posibilidad de ser adoptados: quizá sólo por no ser de esa raza tan pura que probablemente dentro de un tiempo ya no estará tan de moda. A lo largo del año, un gran número de esos cachorros que han servido de regalo navideño será abandonado: cuando el perrito empiece a crecer, a requerir educación, a generar gastos, a suponer un obstáculo para viajar. Cuando sea un miembro más de la familia y quiera a los suyos hasta dar la vida por ellos. Así que estas personas extraordinarias que lloran bajo las encinas pero se levantan a curar las heridas de esos perros que fueron, por ejemplo, atropellados en las carreteras donde los dejaron abandonados, nos hacen un llamamiento: no compremos perros, adoptemos; no regalemos cachorros, los albergues están repletos de adultos, muchos de sólo uno o dos años; no regalemos hembras sin esterilizar: los albergues están llenos de camadas indeseadas. Sobre todo, no regalemos un perro sin reflexionar y tener en cuenta que no es un bonito paquete que podemos tirar o arrinconar. Y si quieres un regalo de la vida, adopta un perro (o un gato): en Las Nieves o en ALBA o en ANAA. O en tantos otros refugios. Hazlo con el corazón caliente, sí, pero con la cabeza fría.